¿Cuánto dura la comida congelada?
Hay preguntas que nos realizamos a nosotros mismos y a nuestros conocidos de forma habitual, y que en ocasiones por simple pereza o porque nos olvidamos, nunca acabamos de resolver. Pues bien, esta es una de ellas, y estamos a punto de resolverla, nos referimos a la comida congelada y a su duración antes de dejar de ser apta para el consumo humano.
En primer lugar y como ya viene siendo habitual a la hora de calcular la duración de la gran mayoría de productos, hay que tener presente que hay variables que a su vez afectan al resultado final. Pues el tema de los alimentos no podía ser distinto, y además estas variables son bastante extensas, ya que se trata de la tipología de los alimentos, así como del momento de su congelación. No obstante, intentaremos encontrar ese valor medio de duración que tanto nos interesa saber.
Para liberar las dudas más generalizadas, hablaremos sobre la carne y el pescado en primer lugar, dos alimentos ampliamente consumidos y a la vez unos de los más congelados, ya que normalmente la visita a la carnicería o a la pescadería suele conllevar la compra de bastantes reservas para aguantar el mes entero. En la parte superior del ranking encontramos alimentos como el pollo o el pavo, con capacidad de aguante en buen estado de hasta 1 año congelado, mientras que otros tan conocidos como las chuletas, quedan limitados a la mitad, es decir 6 meses. Algo semejante ocurre con los pescados consiguiendo duraciones cercanas al año con productos como la langosta, mientras en la otra punta encontramos los pescados ahumados con un aguante de únicamente 2 meses antes de tener que ser consumidos.
Para acabar, otros productos que soportan bien sus características y beneficios estando congelados una larga temporada, son: las frutas, las galletas, las codornices o las verduras.
Con estos datos, ya podréis empezar a valorar si estáis actuando de forma correcta o no a la hora de gestionar vuestra compra y la parte de ella que dedicáis a ser congelada para consumirla posteriormente, y es que a través de estos datos, podemos observar que determinados alimentos, nos saldrá más a cuenta comprar en menor cantidad con el fin de no tenerlos almacenados en el congelador durante tanto tiempo, y es que no vale la pena ahorrar viajes al supermercado si ello va a repercutir en la calidad de lo que compramos, llegando incluso a tenerlo que tirar por exceso de tiempo en el congelador.
